Creer en el arte es creer en la vida - Henry Moore
En esta exposición PRIMERA rendimos homenaje a la belleza de la vida desde todos sus ángulos.
Integrando la intimidad y la fragilidad con la expansividad cromática y el orgullo descarado.
Combinando la crudeza de la realidad rota fotografiada, con la fusión abstracta de líneas de color, misterio y suspense.
Proponiendo el interior, el hogar y la diferencia.
Disfrutando del silencio y de la intensidad del volumen.
Acogiendo, sintiendo, viviendo. Poniendo todos los sentidos a funcionar. Hasta el común.
ISABEL NÚÑEZ
Expresa como nadie el arte y la ternura de amar nuestras heridas, nuestra fragilidad.
Secuestra el alma de una manera sutil y hermosa con la profundidad de su mirada.
La oscuridad con su intimidad, lugar de secretos. El claro oscuro con sus limpios contrastes, no sin un poderoso tinte de color brillante. Tal y como somos los seres humanos, coherentes e incoherentes, cargados de luces y también de sombras. Tan cerca del cielo, como de la tierra.
Con sensibilidad asombrosa desarrolla el concepto de kintsugi, el arte de amar nuestras heridas. Reuniendo la belleza de la ruptura con la amabilidad de la ternura. Todo un linaje femenino recogido en una poderosa y ancha mujer, sostenedora.
Cuando le preguntas qué es el arte para ti exclama sin dudar: “¡es mi vida!”. Cierto. Su arte es un arte sin secretos. Ella se abre y da paso a su intimidad. Por eso genera mucho respeto. El respeto de quien sabe que está pisando terreno sagrado.
El suyo y el propio.
VIRGINIA FRIEYRO
Color, explosión, alegría, fluidez…, se quedan cortas las palabras para describir la expresión artística de Virginia.
Ella se define experta en color, “soy profesora de cromática desde hace más de 20 años”. Pero eso no le hace justicia. Visitar a Virginia en su estudio es una experiencia a lo largo y a lo ancho.
Virginia, como su arte, es una inyección de ilusión. Es conexión, es energía pura, es disfrutar, es intensidad. En su vida, como en su arte, hay momentitos y momentazos. De expansión, de contención y también de ruptura. Hay explosion e implosión, pero siempre, siempre, verdad y presencia.
Virginia se muestra. Con lo que es, con lo que siente, con lo que tiene. Con su proceso y con su momento. Su arte lo inspira su ser. Bucea en el fondo de sus profundidades y saca a la superficie lo que ha vivido. Transmite, literalmente, lo que vive.
Y tiempo después lo comprende.
POOYA ARYANPOUR
Pooya además de artista, es profesor, conferencista universitario, diseñador de interiores, curador y consultor artístico.
En su obra combina formas efímeras y líneas para crear ilusiones familiares. Involucra al espectador en una experiencia interactiva, fusionando arquitectura, escultura y pintura para crear una presencia sensorial y un sentido de misterio.
MONSA DOMINGO
Monsa se cuestiona sobre el misterio de la vida. Sus experiencias personales impregnan su arte, generando diálogos sinceros con el espectador. Con un estilo único, fusiona su pintura con su escultura, creando belleza tridimensional en cada una de sus piezas e instalaciones efímeras.
Su trabajo captura la esencia de la materia, plasmándola en forma de 'piedras vivas', con volúmenes circulares y cuadrangulares, que simbolizan la dualidad entre lo físico y lo espiritual y también nos conectan con lo tangible y lo intangible.